Progresando...

He hablado con Rosario para que me enseñe a ser detective, lo básico, lo otro ya vendrá. Parece que anda bien, pero de momento no hemos quedado ningún día para empezar las clases. Habíamos hablado de hacer clases particulares para evitar los contagios... y resulta que ya la han contagiado. ¡Qué cruz ser profesor!

Por lo demás ando estudiando mucho, pero alternando, flauta, baile y letras. También debería darle un toque a composición creo. Son tantas cosas... Y también estaba buscando a una compañera de tribu que me debía enseñar una habilidad un poco inútil, pero que me hace ilusión... ¡Pero también está resfriada! Estuve con ella antes de saber que estaba mala y no lo cogí. Creo que es la misma cepa. Eso, o es que mis conocimientos de medicina me dan un poco de ventaja. Ya me había pasado antes (lo segundo).

Días después de mi renuncia como editora lo puedo decir: no me he equivocado. Ya no tengo el contestador lleno de mensajes de personas que quieren que les revise su texto, de quejas, de peticiones de consejos, etc. Lo hacía gustosamente, pero ahora que ya no tengo esa responsabilidad ya no me veo tan obligada a prestarle tanta atención al correo, al teléfono... Es un alivio.

Os dejo, que me voy al gimnasio.

Una vida nueva

Bien... ya se me ha relevado de mi cargo. Desde la anterior entrada hasta la actual me he ido haciendo a la idea de que francamente es más cómodo que otros hagan el trabajo. Así me podré dedicar a mis comics y a mi carrera sin tanto ajetreo. Asunto zanjado.

Pero cuando no es una cosa es otra. Resulta que Keimo me ha dicho que es posible que me haya montado un pollo mental con nuestra relación. Resulta que de poponovios nada, o poco. Le ha gustado más el concepto de "Soulmates", cosa que está mejor que ser novios y te deja libertad para explorar posibles nuevos amigos espirituales de ese tipo; pero no sé... me ha dejado un poco desconcertada.

No por nada, pero se ve que algún fallo de comunicación hay, puede que sea por el idioma. O es que yo me creo expectativas inexistentes. El otro día con el asunto de Janaína borré todos los mensajes que tenía, si no lo hubiera hecho ahora podría revisarlos... recuerdo que hubo un tiempo en que me decía que me quería. Y con eso no hay malentendido posible...

De modo que he decidido proyectar mi inseguridad transitoria en mi carrera musical. Killer Kat se ha acabado definitivamente, pero hasta que me una a Lemon A Tour tocaré un par de veces en Madrid, en mi propio local. Serán las mismas canciones, pero de una manera más intimista, ya que a priori nadie sabrá que soy yo.

This is where it ends, this is where I will draw the line...

Habéis ganado. Me retiro. Vuestra enfermiza insistencia y cabezonería ha acabdo poniéndome entre la espada y la pared: mi salud o mis compromisos. ¡Al infierno los compromisos!

Aquí el único compromiso que tengo es conmigo misma y con mi carrera. Que le vayan a otro con los cuentos chinos de la maldita revista de los cojones.


Eso sí, os tengo que felicitar. Vuestra tenacidad y perseverancia ha podido incluso con mi habitual indiferencia hacia las pataletas ajenas e injustificadas. Los que me conocen lo saben, siempre he intentado ser razonable, pero como no hay más sordo que el que no quiere oír, me he hartado de hablar con gente que lleva el sonotone apagado.

A todos vosotros, sabéis quién sois, os dedico mi reconquistada libertad. No más martes hasta las tantas en la redacción apurando hasta el último minuto, no más quejas de lo que tardo en publicar un artículo, no más insultos por haber detectado plagios. ¡Basta!

Que otro pringado se coma el marrón. Lo siento enormemente por Eugenia. Cuando aposté por ti todavía me divertía trabajando en It's Pop y pensaba que para ti sería lo mismo. Pero has llegado en el momento de caos. Que yo sepa esto nunca había ocurrido antes.

Te jodes la crisma para que cada miércoles a medianoche esté la revista en la calle, durante unas semanas incluso me ocupé de dos ediciones, y cuando llega el momento de que apoyen... te piden pruebas. ¿Pruebas? Qué maldita mejor prueba de mi autoimpuesta esclavitud y mi compromiso durante estos meses.

A tomar viento fresco. Y a los que gustan de pisar jardines ajenos, que os parta un puto rayo.

A los que han apreciado mi trabajo todo este tiempo: muchas gracias, por vosotros sí que ha valido la pena.

Cuenta atrás

Quedan 4 conciertos solamente para mi despedida de los escenarios en Madrid. Menos de una semana. En estos momentos me embarga más la tristeza que la alegría. Empezaré un nuevo proyecto junto a Keimo, pero seguro que añoraré mi independencia. No puedo decir tampoco que me arrepienta, supongo que hay cambios que dan un poco de miedo... ¡o de pereza!

Además últimamente he andado pensando en nombres de bebés. Parece que a Keimo también le tira el tema. Había pensado que a lo mejor durante mi periodo de pausa después de dejar Killer Kat nos podríamos poner manos a la obra y hacer Arjitas o Keimitos. Igualmente me queda bastante por estudiar antes de poner salir a los escenarios delante de las multitudes que acuden a ver Lemon A Tour. Adiós conciertos intimistas...

En fin, la cuenta atrás es más real que nunca. ¿Qué nos deparará el futuro?