This is where it ends, this is where I will draw the line...

Habéis ganado. Me retiro. Vuestra enfermiza insistencia y cabezonería ha acabdo poniéndome entre la espada y la pared: mi salud o mis compromisos. ¡Al infierno los compromisos!

Aquí el único compromiso que tengo es conmigo misma y con mi carrera. Que le vayan a otro con los cuentos chinos de la maldita revista de los cojones.


Eso sí, os tengo que felicitar. Vuestra tenacidad y perseverancia ha podido incluso con mi habitual indiferencia hacia las pataletas ajenas e injustificadas. Los que me conocen lo saben, siempre he intentado ser razonable, pero como no hay más sordo que el que no quiere oír, me he hartado de hablar con gente que lleva el sonotone apagado.

A todos vosotros, sabéis quién sois, os dedico mi reconquistada libertad. No más martes hasta las tantas en la redacción apurando hasta el último minuto, no más quejas de lo que tardo en publicar un artículo, no más insultos por haber detectado plagios. ¡Basta!

Que otro pringado se coma el marrón. Lo siento enormemente por Eugenia. Cuando aposté por ti todavía me divertía trabajando en It's Pop y pensaba que para ti sería lo mismo. Pero has llegado en el momento de caos. Que yo sepa esto nunca había ocurrido antes.

Te jodes la crisma para que cada miércoles a medianoche esté la revista en la calle, durante unas semanas incluso me ocupé de dos ediciones, y cuando llega el momento de que apoyen... te piden pruebas. ¿Pruebas? Qué maldita mejor prueba de mi autoimpuesta esclavitud y mi compromiso durante estos meses.

A tomar viento fresco. Y a los que gustan de pisar jardines ajenos, que os parta un puto rayo.

A los que han apreciado mi trabajo todo este tiempo: muchas gracias, por vosotros sí que ha valido la pena.