Una de humor

Estaba hablando con Xavi después de nuestro último encuentro y me he acordado de una anécdota bastante graciosa. Evidentemente no voy a decir el nombre del protagonista, pero la verdad es que es lo de menos. Es el hecho en sí lo que es hilarante.

Desde la última vez que escribí, Lemon A Tour ha subido hasta el puesto 2 de la lista de Rock Moderno. Desafortunadamente hemos vuelto a bajar al 7 porque tuvimos de despedir a Aurelia, que últimamente sólo andaba de cementerio en cementerio. Claro, eso afectó a nuestra fama porque un sector de los fans adoraba sus solos.

Total, que estamos en el Top 10, gozamos del favor de bastantes CEOs y propietarios a la hora de pedir riders... de momento todo está saliendo a pedir de boca.

Hace unas semanas, cuando estábamos más arriba en las listas, Keimo recibió un mensaje:

Hola tío, estoy buscando grupo. Me encanta vuestro trabajo y me gustaría unirme.
Si quieres saber algo más de mí, pregunta.
Soy buena gente, jaja.

Claro, Keimo y yo nos quedamos un poco extrañados. Un desconocido total se quiere unir a nuestro grupo y ni siquiera se molesta en vendernos un poco la moto? Ni un mini-curriculum ni nada? Yo no hubiera contestado, la verdad. Y además, estoy segura de que ese PM era spam porque sonaba a que el chaval se lo puede haber enviado a cualquier grupo.

Pero Keimo, tal como es él, decidió contestar y ver por dónde iban los tiros. Si no era un buen músico, como mínimo se divertiría un rato (sí, el PM le pareció de lo más cómico). La respuesta fue:

¿Por qué te gusta nuestro trabajo?
¿En qué otros grupos has estado previamente?
¿Por qué lo(s) dejaste?
¿Eres buena persona? Tienes historial delictivo.

Lo último era medio pique, ya se sabe, pero es que resultaba demasiado tentador. La carta de presentación era de lo más curiosa. En fin, no sé cuanto tiempo pasó, pero recibimos respuesta al mensaje, una respuesta tan parca como:

Esos delitos los cometí al principio de todo.

Y poco más (esto no es textual). Puede que fuera solamente el aburrimiento, pero la cosa empezaba a tomar tintes surrealistas. Si era extraño no enviar curriculum a una banda puntera al solicitar por la cara unirse, a pesar de que el grupo no esté buscando miembros oficialmente, contestar algo así cuando te dan la oportunidad de tirarte flores ya es que es la monda.

Nos sentimos como si nos estuvieran tomando el pelo, la verdad. Alguien con mucho tiempo libre para enviar mensajes sin sentido. Ah, y todo ello adornado con smileys, por supuesto. La respuesta de Keimo fue algo tal que así:

¿O sea que sólo me contestas a la última pregunta? ¿No te has leído el resto, o pasas de contestar?

Que me pareció borde, pero adecuado por otro lado. Yo me esperaba algo tipo “no he tenido tiempo, sorry” o lo que sea por el estilo. Pero no, la respuesta ya fue digna de redoble de tambores y cartel luminoso de APPLAUSE:

No sé, tú sabrás.